El texto de a continuación está extraido del blog de David Bollero, en Público, que se puede consultar directamente aquí.
"Agricultores de España, bienvenidos al mundo real
Agricultores de España, bienvenidos al mundo real. El acuerdo agrario de la Unión Europea (UE) con Marruecos ha
dejado al campo español con el culo literalmente al aire. Sindicatos,
federaciones agrarias, gobierno autonómico y central… todos protestan
por la medida. Ninguno de ellos lo hace porque el acuerdo robe recursos
naturales al pueblo saharaui*. Al carajo con ellos. Lo importante somos nosotros.
Esa es la máxima que prima en el sistema global… o el ‘sálvese quien
pueda’, que también vale. Les digo otra máxima, agricultores de España.
Para que haya ricos, tiene que haber pobres. A todos los niveles, local,
regional, nacional y, por supuesto, internacional. ¿Por qué España es
un país rico? (ahora menos, pero lo es) Porque hay otros más pobres.
¿Por qué nuestra flota pesquera, sobre todo la canaria y andaluza,
llenaban sus bodegas de pescado? Porque a través de un acuerdo pesquero
europeo-marroquí robaban recursos naturales en aguas saharauis. Con el
Derecho Internacional en la mano, han estado años robando y, encima,
ahora cuando se les ha cortado el grifo, reivindican seguir robando.
Porque, no lo olvidemos, no han luchado por llegar a un acuerdo con el
pueblo saharaui, al que pertenecen legítimamente esas aguas, sino con
Rabat o, lo que es lo mismo, con su cómplice en el delito.
Incomprensiblemente, la UE se salta ahora uno de los motivos alegados
para cancelar la prórroga del tratado pesquero -el expolio al pueblo
saharaui- y suscribe el acuerdo agrario. Y claro, llega el tomate
marroquí más barato, porque su mano de obra es más barata. De nuevo, al
carajo si allí se explota al jornalero, lo que importa es que aquí
llegará el tomate tirado de precio… y los pepinos, y las fresas, y las
naranjas… La calidad de nuestro producto nacional está más que
sobrentendido pero, ¿era ese el único factor de éxito de nuestras ventas
agrarias? Apuesto que no.
Así es el mundo real, donde el libre comercio es una trampa. Donde
los países pobres reciben ayudas al desarrollo de países como España,
pero éstas son equivalentes a las pérdidas que sufren como consecuencia
del dumping internacional de los ricos que, mediante subsidios
agrarios a sus productores nacionales, consiguen que éstos abaraten el
precio de los bienes. Así no hay competencia que valga… y cuando la
hay, se siguen pidiendo compensaciones, esta vez a la UE.
El panorama es negro, crudo… como el mundo real en el que aterrizan
ahora de golpe los agricultores españoles. La cara triste -y lo siento
de veras- del asunto son las familias y los puestos de trabajo españoles
que peligran. La cara triste antes del acuerdo agrario, antes de la
cancelación del tratado de pesca, estaba al otro lado del Estrecho. Pero
eso daba igual.
Quizás, en lugar de seguir pensando en luchar por lo nuestro, habría que buscar el modo de acomodar lo de todos.
*FE DE ERRATAS
Mis sinceras disculpas por la afirmación de que las asociaciones
agrarias se han desentendido del Sáhara. Tal y como me ha corregido una
compañera del diario, la semana pasada en rueda de prensa celebrada en
Madrid, las asociaciones manifestaron que uno de los pilares de su
denuncia ante el Tribunal Europeo de Justicia será, precisamente, el
Sáhara Occidental. Mea culpa."
(Fruto Morado).
(Fruto Morado).
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