Son muchos los
estudios que hablan de las supuestas virtudes de la soja, aquí se recogen
algunas notas de otros estudios, algunos realizados hace años pero hemos tenido
conocimiento recientemente, que ponen en entredicho algunas de esas cualidades,
especialmente en cuanto a las proteínas de la soja se refiere, cuando ésta no
ha sido fermentada.
Y es que se
asegura, en contra del mensaje interesado que durante décadas ha estado lanzando
la industria de la soja, en Oriente- de donde este alimento es originario y
donde se nos ha hecho creer se consume a diario en cantidades importantes, algo
se supone explicaría la buena salud general de los orientales- no es consumida
de forma frecuente ni directa sino en pequeñas cantidades, de vez en cuando y
siempre transformada en subproductos fermentados.
Así en Junio
de 2005 Alfredo Embid- Coordinador de la Asociación de Medicinas
Complementarias) se mostraba así de contundente y decía `La soja es
naturalmente tóxica, ya que contiene antinutrientes y sustancias que alteran
nuestros equilibrios hormonales (Artículo publicado en la Revista Medicina
Holística).
Embid dice en
su texto `Un estudio del uso histórico de la soja en Asia muestra que solo fue
usada por los pobres. Éstos, cuando no tenían, nada que comer, consumían
frijoles de soja pero preparándolos cuidadosamente para destruir antes todos
sus toxinas.
Embid hace un
amplio resumen de todos estos problemas en su texto. La soja produce:
. Alteraciones
alérgicas (especialmente en niños). Genera el 25% de reacciones graves.
. Alteraciones
del sistema nervioso. Aquí menciona un estudio hecho por el Centro
Epidemiológico de Hawái durante más de 30 años sobre 7000 hombres y demostró
que aceleraba la pérdida de peso
cerebral en personas de edad.
. Alteraciones
del comportamiento. Como ansiedad, estrés, disminución de comportamientos
sociables y aumento de comportamiento agresivo.
. Alteraciones
del sistema inmunitario. La genisteína (una de las proteínas de la soja) tiene
efecto inmunodepresor.
. Alteraciones
endocrinas. En estudios de los 50 del siglo pasado ya se demostró que la soja
causa trastornos endocrinos en animales. Y en 1988 el docto Theodore Kay de la
Facultad de Medicina de la Universidad de Kyoto, señalaría que `Sabemos desde
hace medio siglo que las ratas y los humanos alimentados con soja-
especialmente los niños y las mujeres- sufren agrandamientos de tiroides´.
. Aumento de
malformaciones en el nacimiento. Como criptorquídeas, hipospadias, espina
bífida..
. Alteraciones
del material genético. En el proceso industrial de la soja se produce
lisinealina- sustancia cancerígena- y los solventes utilizados dejan otros
residuos cancerígenos como el hexano.
Habría que
añadir que casi el 95% de la soja que llega a nuestras mesas es transgénica por
lo que los productos derivados de ellas serían aún mas tóxicos y las
consecuencias de su consumo impredecibles.
Los Girasoles
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